viernes, 27 de agosto de 2010

Piura - Los ASENTAMIENTOS



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Los asentimientos son poblados de personas que habitan en chabolas en un terreno ocupado por un grupo de personas. Ayer visitamos uno en el que habitan unas 3.000 familias (y no suelen ser de 3 personas).

Hay un desierto muy próximo, y la zona ocupada parecía exactamente eso, un desierto con chabolas. El suelo es arena y encontramos principalmente tres tipos de construcciones. Las más baratas, rápidas de hacer son de palos y esteras. En cuanto consiguen “un poco de plata” las hacen de adobe. Y sólo en casos excepcionales, se veían pequeñas chozas de ladrillo y cemento.

No son muy grandes, unos 20 o 30 metros cuadrados. Los mas ostentosos complementos que hemos podido localizar son una estera clavada con palos para limitar una terraza, en la que no suele haber nada que poner, unos cubos para jugar en la abundante arena o una cuerda y un palo con la que poder jugar con tus vecinos.

La mayoría de los habitantes de la zona que visitamos son jóvenes, familias con niños pequeños. Por eso la zona era medianamente segura. Sin embargo, cuando crecen y no hay nada que echarse al estómago, el tema se complica.

Me llamó mucho la atención la forma de ganarse la vida. En las chabolas no hay luz ni agua, así que algunos niños con suerte, si tienen un burro se acercan a un poblado cercano (varios Km) con su burro y un carro a cargar bidones de agua. Cada bidón de unos 10L vale 2 soles (unos 0,70€) y se dedican a venderlos por la zona. Otros recogen latas, alguno monta una pequeña tienda en su chabola y vende algo de comida que pueda haber comprado en la ciudad. Esto es pura supervivencia.

También es bastante frecuente ver algunas chabolas con palos enormes en su interior. Son 'almacenes' de materiales para construcciones. Básicamente venden esteras y palos. Alguna tenía un pequeño montón de bloques de adobe en sus puertas. Lo que no llegamos a ver, fue ni un solo ladrillo. Es increíble.

En varios asentimientos, MANITOS tiene las ludotecas. Son espacios pequeños dentro de una chabola, normalmente cedido por algún vecino, en el que tienen libros y algunos juguetes para los peques. En la que estuvimos nos comentaban su responsable que suelen acudir unos 40 niños a jugar y hacer los deberes. Él también comenzó en MANITOS hace algunos años, asistió al talle de mecánica y ahora está estudiando para llegar a ser un día un mecánico de motos. Tiene 18 años y se llama Jonatan .Todos los días saca unas horas para colaborar en la ludoteca y ayudar a que otros niños también tengan su oportunidad.

Estuvimos solo unas dos horas en el poblado y tenía la boca llena de arena. Solo el hecho de estar allí y abrirla de vez en cuando para hacer alguna pregunta, me la había dejado completamente seca y pastosa. Podía masticarla y tenía mucha sed. Sacar una botella de agua de mi mochila y echarle un trago fue una sensación bastante agridulce.

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